viernes, 13 de mayo de 2011

Mi primer beso.

I

Me resulta confortable recordar la brisa que condimentaba aquellas revoltosas tardes y noches del mes de noviembre del año `94.
Mi piel era confidente del viento y siendo un incauto, lo dejaba escapar como agua entre mis manos; imaginaba que el tiempo no generaría cambios y que aquel bienestar se prolongaría cíclicamente en forma interminable.
Cuando el sol comenzaba a acusar la llegada del ocaso, acudía a reunirme con mis amigos convencido que ellos no esperaban con especial sentimiento mi arribo, yo acudía presuroso.
Allí se encontraban ellos.Siempre!! Aquellas dos hermanas,quienes eran muy divertidas. Una rubia y muy bonita, la otra, morocha a quién la belleza le tenía deparada una agradable sorpresa en sus años de mujer adulta.Aquellos dos hermanos cuyo apellido era "de los Santos". Eric y Leo eran demonios fascinantes quienes nunca me dañaron. Por el contrario, sin saberlo, me enseñaron que vivir solo cuesta vida. Y completando la banda estaba J.U.Anna V.. 
Ella era la dueña del cabello mas hermoso jamas extendido bajo el fuego del día. También sus rosados labios me atontaban.
Todos nosotros jugábamos en la calle!!

II

Los juegos propuestos eran de características infantiles, tales como La escondida, El viejito toca la lleva, Carreritas y algunos otros sin nombre debido a que resultaban de la improvisación y la picardía. 
 Todos nos divertíamos, como cuando eramos niños, mas una tensión sexual inusual condimentaba aquellos irrepetibles momentos. Los contactos eran más prolongados, más suaves. Precedidas por intensos cruces de mirada, las risas nerviosas, comenzaron a hacerse cotidianas.
Todas ellas calzaban jeans apretados, los cuales, ya de noche, no delataban la suciedad recolectada a lo largo de todo el día. Aquellos deliciosos detalles despertaban en mi un calor interno, el cual se eyaculaba incontrolable mientras dormía. Mientras jugábamos, en mi entrepierna percibía una presión constante, pero que no me delataba.
La competencia entre varones, la cual se genera desde los comienzos de la comunicación con otros machos en crecimiento, se veía disipada por la necesidad de gustarle a las niñas. Vaya, después de una disputa o desafío me preocupaba el hecho de no haber actuado como un idiota delante de J.U.anna V., la de cabellos con frutas de primavera.
Y mi entrepierna permanecía apretada bajo mis jeans. Y todo mi cuerpo la abrazaba a la distancia. De mis poros se filtraba deseo sexual y mi piel la besaba a través del viento. 
Besos por correspondencia, vía viento!!

III   

Este grandioso amanecer, que se potenciaba por la tarde, casi al anocheser, representa uno de los destellos de vida más importantes de mi historia personal. Es un punto de inflexión dentro de mi linea cronológica.
Ahora bien, cuanto más grandioso tanto más confuso me persibía. no registraba que este juego requería conocer exaustivamente las reglas que nadie ha desarrollado con claridad.
No reconocía haber sacado voleto para formar parte de uno de los juegos más divertidos de mi vida, hasta aquel momento.
La primera y más grande confusión fue el hecho que ella me atacaba directamente en cuanta situación se le presentara. Me peleaba. Se burlaba de mí. Yo no lo toleraba y la enfrentaba. 
Una noche, Eric de los Santos, el mayor de los dos demonios, me explicó que aquello debíase a que J.U.Anna V. me presumía y no sabía como hacerlo.- Es una pendeja, dijo.
Así lo entendí y mientras jugábamos a la escondida, la noche siguiente, hice valer mi boleto.
Procuré durante todo el juego estar a solas con ella, y lo conseguí. Nos escondimos juntos. No recuerdo quién era el que contaba.
Temblando, mas no de miedo, en la oscuridad de nuestro escondite, le dije:- Me gustás!
- Dímelo mejor, Antonio. Contestó ella.
En jaque me encontré. No dije nada y mientras ella acercaba su boca a la mía, cerré los ojos.